Manual de jovencitas para jovenes incautos

Yo vivo solo.

Pero eso no es verdad, tengo un hermano (Al que entreno en la maldad en mis tiempos libres) que a veces vive conmigo. Mi apartamento queda cerca de la casa materna así que él, convenientemente, viene a vivir conmigo cuando quiere y va a vivir a su casa cuando tiene hambre. Alegre persona.

El tema es que vivo solo y eso está muy bien. Tengo un dragón-mascota que alimentar con los usuarios que vienen preguntándome como configurar el autluk, una vecina buena que a veces pide de favor que le revise su tubería y una conexión de 1MBps a Internet. Además de eso tengo dos pequeñas inversiones que me dan un ingreso creciente de dos mil dólares mensuales, lo que me permite, en caso de mandar todo al carajo en un arranque de juglaridad, vivir bien y sin preocupaciones de que "El Jefe" me eche.

Eso es un tema que se remonta a mis épocas de fin de colegio, los quince años, cuando decidí que por Dios y un par de huevos no dejaría que nadie decidiera por mi vida. Abandoné el hogar, trabajé algunos días, monté mi primera “inversión” y luego viví despreocupado sabiendo que trabajaba por gusto a lo que hago y no por mantener un sueldo fijo que me drenaría hasta la muerte. Un escritor llamaba a eso “carrera de las ratas”. Parafraseándolo, hablaba del ciclo constante de la vida humana: Estudia, saca buenas notas, ve a la universidad, saca un titulo, consigue un buen empleo, cásate, saca un crédito para una casa, saca un crédito para un auto, ten hijos, trabaja por el dinero y para pagar esos créditos, engáñate creyendo que algún día montaras un [restaurante, café, bar, discoteca, tienda, negocios varios comunes] que te sacará de empleado, móntalo y date cuenta que sigues de empleado del dinero, transmite a tus hijos que deben estudiar, ir a la universidad sacar buenas notas, no aprendas de tus errores y muere creyendo que tus hijos son la obra de tu vida. ¿Para llorar?

Yo tuve, siendo sincero, un poco de suerte que supe enfocar y por eso tengo ese par de cosas que me pueden mantener decentemente sin vivir por “plata”. Eso lo agradeceré por siempre y sé bien que de mil personas, quizás veinte puedan ver y transformar una oportunidad así y las otras no tienen la culpa. Toda una larga historia de una sociedad que pasa del feudalismo al renacimiento, de la industrialización al capitalismo y del capitalismo al pr0n de Internet a 1MBps es la culpable. Ustedes no tienen la culpa de cargar con ese peso social, pero si el compromiso de cambiarlo.

Así que después de 450 palabras, mi punto es: Me gusta mi trabajo, me encanta trabajar en él y no me importaría si no me pagan (De hecho, mucho de este trabajo lo hago gratis sin obtener nada a cambio), porque me fascina y me hace feliz.

Por eso no soy ingeniero de titulo (Ah, horror, gente gritando en estos momentos frente a sus PCs, chilenos rompiendo teclados en ira tratando de entender la situación). Me encanta cuando la gente me dice “Ingeniero Ed” o se refiere a mí como “El Ingeniero”, porque sé que de todos los ingenieros que he conocido en mi vida, sé más física, cálculo y ciencias de la computación que todos ellos juntos (con sus respectivas y honorables excepciones). Además sé que mientras ellos vivirán de codear, luego de ser directores de tecnología y eventualmente de no tener ni idea de cómo abrir un archivo, yo seré, seguiré, tendré tanto o más del dinero que tanto quieren ellos y sí que sabré como abrir, crear o programar una aplicación que cree, secuestre o proteja esos archivos.

Esto me regresa a mi hermano. Mi hermano es un estudiante en su penúltimo año escolar en el colegio. Viene a mi casa porque aquí puede traer “amigas” y yo no le digo nada, también porque muchas de sus “amigas” viven en el conjunto donde está mi casa. Tal como mencionaba arriba, lo he entrenado en la maldad, así que de su banda de amigos, él siempre es, destacablemente, el líder con matones a su servicio. Como últimamente tiene una novia que dice “amar como a nadie en el mundo”, ya no trae a muchas amigas a la casa por las noches, pero muchas de ellas vienen a buscarlo en las mañanas para irse juntos a estudiar. Aproximadamente a las 4am.

Ese día, como muchos otros días, yo estaba (contento) ayudando a programar el engine número 2 de Cristalab (Weblog) y ya eran las 4:30am. Alguien timbró a la puerta, mi hermano salió y recibió a una de sus muchas amigas. Yo tiendo a ignorarlas y simplemente dejarlas pasar, no me meto en la vida de él mientras él me deje tranquilo y en paz con la mía. Fue entonces cuando mi hermano fue a la cocina y ella entró a mi cuarto, cerrando la puerta.

...

Imagine el lector una niña de 14 o 15 años (Dios, si estas en el cielo, dime que era de 15) con apariencia de 17 a 18. Un largo cabello irradiando un ligero brillo de humedad por la hora del día. Una piel y ojos perfectos de colegiala y... y... ese maldito uniforme. Son el tipo de niñas que al llegar del colegio creen que su uniforme es feo y van inmediatamente a cambiarse a su disfraz de adultas universitarias con jeans apretados y blusas translucidas. ¡Error! Esos uniformes son creaciones maléficas del señor de las tinieblas que deberían incluir algún tipo de químico que sólo puedan ver los portadores de cromosomas XY diciendo “¡PELIGRO BIOLOGICO! El acercarse a más de diez metros a esta falda y uniforme puede afectar seriamente sus capacidades de juicio, razón y leyes locales. Por favor manténgase alejado y contacte a una madre de familia lo más pronto posible”.

Mi pequeño hermano menor me contaba luego como ella estaba interesada en mi desde que él le empezó a contar cosas mías (Vaya usted a saber que cuenta el niño de mi. Si es lo mismo que le cuenta a mi anciana madre, nada bueno), además, como yo siempre vestía ropa negra, auto negro, lentes negros y tenía un montón de gadgets raros, los vecinos creían que o era espía o proxeneta. Así, gente, es como MTV pervierte mentalmente a las niñas del mundo.

En un dormitorio oscuro, alumbrado sólo por un monitor que mostraba largas líneas de PHP en Eclipse, una niña de colegio se agachó detrás de mi silla y recargó sus brazos sobre mi espalda, en una situación que sólo puede llamarse “exótica”.

- ¿Qué haces? - me pregunta ella.

¡Gracias, gran señor Dios nuestro que vives en un volcán de cerveza! ¡Gracias por recordarme que es una niña plástica que, ni en cien días y cien noches, encerrada conmigo con propósitos exclusivamente didácticos, entendería en que estoy trabajando!

- ¿Quién eres tú?
- Diana, amiga de tu hermano.

Ella se recargaba más, cuidando meticulosamente de oprimir su pecho contra mi espalda en medidas de presión sólo observables experimentalmente con instrumentos de la NASA, pero que generaban la reacción interna deseada. ¡No! A excepción de la brutalidad intelectual con la que bombardeo a la gente insolente, siempre he sido una buena persona. No es el momento para desviarme del Do que me he marcado, he de ser recto en mi proceder y...

- Ven, no trabajes más, hay cosas más interesantes en la vida que sólo el trabajo. - Y me apaga mi PC con una patada al estabilizador.

¿Sabían que un huracán puede desarrollar vientos de 280Km/h, con fuerza suficiente para desmembrar a una persona que al desayunar waffles en la mañana no tenía idea de que la ira de la naturaleza le caería encima? Sí, ese era el fenómeno atmosférico que dentro de mi estomago se desató en ese instante. Esa fue la señal divina que me indicaba nuestro tallarinés Dios para mostrarme que el camino alejado de mi Bofhi-Do era el incorrecto. Agradecí la señal, tome mi bate de cortesía y eche a patadas a Diana de mi cuarto y de mi casa.

Mi hermano sólo rió... a carcajadas. Ya no puedo enseñarle nada más, ha aprendido el camino de la maldad.

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