¿Tiene el diseño un precio justo?

¿Y porqué no, en vez de diseño, mejor estudias otra cosa? Sí, tal vez mis padres podían ver el futuro mejor que yo. No, no estoy en medio de una de esas crisis en las que pienso ¿Y si me hubiera dedicado a otra cosa en la vida? Es más bien que, a raíz de que estoy en búsqueda de un buen trabajo, me he preguntado cuál es la forma en que el mercado actual afronta y valora el diseño y si a la final estoy de acuerdo con ello.

En el panorama hay muchas ofertas de diferentes niveles, pero la mayoría son del estilo: Necesitamos que sepa de todo lo existente en internet, debe impactar gráficamente, retocar imágenes, sacar fotografías, maquetar con estándares, saber modelar en 3D, saber php, conexiones a bases de datos, ActionScript. También es importante poder trabajar bajo presión, tener excelentes relaciones interpersonales y una presentación impecable. El horario es desde las 7 de la mañana a 6 de la tarde (Es decir, si te vas a las 6 debes morir, porque todos deben quedarse hasta cuando les de la hora, es decir, después de las 8 ) incluidos sábados y cuándo el proyecto lo requiera. La cuestión no es que te abrumen con una serie de requerimientos extensos sino que cuando preguntas cuánto te pagarán, la respuesta te deja pensando ¿Realmente es “eso” lo que vale mi trabajo?


Prepararse cuesta. Sea que vayas a una universidad, instituto o lo hagas por tu cuenta, tiene su costo. Todo ello lleva a mejorar tu trabajo, cada nuevo conocimiento y los años de experiencia te dan valor profesionalmente. Existen otras cualidades como la seriedad en el trabajo, el cumplimiento y la calidad del mismo que son esenciales para considerarte un profesional, pero eso es otro tema. El punto es, la relación entre lo que estás invirtiendo en prepararte y lo que el mundo laboral te ofrece para recuperar esa inversión, en muchos casos, no es equitativa.


El diseño en general, sea gráfico, industrial, de modas o cualquier otra variante, es a veces sub-valorado debido a que se tiene la percepción generalizada de que sólo sirve como accesorio para poner las cosas bonitas y no abarca nada más. Si nos vamos al caso del diseño web, cualquiera se cree con la absoluta capacidad y autoridad de hacerlo. Cuántos casos vemos de gente que un día se despertó, descubrió FrontPage y Photoshop, hizo algo que a la mamá o la hermana les pareció ¡¡¡divino!!! y luego salió a ofrecer sus servicios con el pomposo nombre de: “Pepito Pérez - Diseñador de Páginas Gueb”. Lo mejor de todo es que les va bien y bien por ellos, pero ¿Está realmente eso bien?.


Si nos vamos al derecho de las cosas, el diseño ocupa una parte muy importante dentro del proceso de creación de elementos para la web, sean páginas, aplicaciones, multimedia. No sólo se trata de combinar varias tonalidades de azules y poner una mariposa en el header con unas texturas extrañas, sino mucho más que hay que saber hacerlo. El diseño es la comunicación directa con el usuario, es saber disponer todos los elementos tantos gráficos, de contenido y multimediales en el lugar y la forma precisa para que no estorben y aun así te atraigan cuando los veas. Es pensar, planificar y realizar tu trabajo de forma que sea posible llevarlo a producción de la mejor manera. Considerando que tal vez haya desarrolladores, editores de contenido y otras personas más que se involucrarán en el proceso. Es apegarte a los estándares y normas sin dejar de ser creativo. Es meterte en la cabeza de tus usuarios para saber con qué elementos obtendrás un éxito, cuál es la mejor forma de comunicarte con ellos, a través de qué medios. Es comunicar justo lo que se desea de la forma correcta. Pero volviendo a la realidad, el diseño puede llegar a ser la clave del éxito o el fracaso de un proyecto. Aun así se sigue ve como un accesorio irrelevante. Algo de lo cual se puede prescindir sin problemas.


El diseñador se ha preparado para ello Y por lo tanto su trabajo debe ser valorado en la medida justa. Si bien es cierto que no salvamos vidas y que en una catástrofe mundial, nuestros conocimientos serían poco útiles, eso no implica que no se deba reconocer nuestra labor. De qué serviría una aplicación perfectamente programada si el usuario no puede interactuar con ella, una página con excelente contenido al cual no se puede acceder o un sitio empresarial que no es competitivo porque no llega correctamente al target group para el que fue creado ¿Si se está retribuyendo nuestro trabajo como debe ser, dada su importancia?


Tal vez no en todos los lugares sea así, tal vez aun no doy con la oferta correcta, pero no deja de inquietarme el pensar todo lo que conlleva ser buen diseñador y cuál es el valor que se le está dando. Y a pesar de todo muchos seguiremos diseñando. Sean o no mejores las condiciones, nuestro trabajo se convirtió a través del tiempo en nuestra pasión.

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